lunes, 25 de septiembre de 2017

SE TRATA

No se trata de conversar, sino de la tertulia que convoca a mis todos a la contemplación de tu alma, cada vez que hablas (o me hablas). Se trata de trazar lo que el ensueño me plasma a imágenes esporádicas cada que de ti me acuerdo. Quiero, deseo y anhelo desesperadamente, aunque sea, al menos, bosquejar lo que tu alma es.

No se trata del cuerpo ni de los besos ni de lo que estos provocan, sino de las pasiones que tu alma provoca a la mía sin haberte tocado, un placer eterno, infinito... que sabe a divinidad. Se trata de las locuras que provoca tu sonrisa de perfil a mi alma, una fiesta de colores y primaveras eternas.

No se trata de acariciarte, conocerte o contemplarte con el cuerpo, que las cosas del cuerpo, al morir se quedarán en el viento, en la tierra, en el entierro. Se trata de conocernos, (en este mundo pasajero) el alma, de amarnos no mirando el cuerpo sino el alma en su plenitud del silencio. Se trata, vida mía, que me des el sí, para contemplarte toda una vida entera, para que después de esta vida, puedan tu alma y la mía, abrazarse en el éxtasis del todo, eso que el  cuerpo no puede.

En mis sueños...

Con qué voracidad
destrozó mi alma,
soñarte:
fueron vítores de guerra
sorprendido por
certeras balas,
atravesándonos
desgarrando el júbilo
que nos abrazaba el alma;
fue despertar
y afrontar que no estás:
(en la mejor de las suertes)
Había mañanas, madrugadas
en que el tiempo transcurría
y despertaba un 20 de febrero
5 años antes, con un gozo desmedido
en verdad lo creía,
que lo que por años bebí amargamente
había sanado, y vuelto a la normalidad,
cuando te amaba, cuando me amabas,
cuando todo era un júbilo eterno:
palidecí abruptamente,
un golpe de frente
contra el destino.
Cada que, sin desearlo,
aparecías en mis sueños.

Tus labios

Sólo espero que algún pintor no se encuentre contigo, pues al delinear tus labios entrará al mismo abismo delirante en el que me embriagué, oscuro éxtasis de misteriosa divinidad...

Qué puedo yo hacer, sino...

Era morena, portaba una cadencia suave y delicada denotando una humildad sencilla. Un brillo en sus ojos negros, su sonrisa triste y su cuerpo frágil delineaban sutilmente una bella melancolía que me hacía sumergirme, amorosamente, en el mar de sus ojos. Ella sabe que su, apenas susceptible, melancolía embriagaba mi ser.
Qué puedo yo, sino entregarme tiernamente a su recuerdo, ahora que ya no está.

lunes, 16 de enero de 2017

¿Quién será mi otro yo, sino tú?

Aunque odias los abrazos y los bochornosos momentos de cercanía humana, tanto como yo, deberé atacarte con un abrazo inesperado: de esos que curan el alma, que apagan el más grande incendio, de esos que te consumen y son como bálsamo.
Te vas como el humo del cigarrillo. Te esfumas y disipas con los últimos estragos del invierno y yo queriéndote.
La escuela, la colonia, la ciudad estará abandonada, vacía, dolorosa, a cada paso más inmensa.

¿Quién será mi otro yo, sino tú? ¿Quién será mi otro yo cuando no pueda más estar conmigo?¿Quién me salvará de mí, de mis versos, de mis poemas?

lunes, 11 de abril de 2016

TU MIRADA

Empuñaré la mirada para declararme audaz. 
Embestiré los dolores de las ilusiones. 
Papel y lápiz serán el asidero de mis desvelos 
y los duelos de la soledad y la oscuridad 
que me abaten desde que te veo a los ojos. 
Numen de mis desenfrenados ensimismamientos 
que en el velero de tu nombre tallo a mano;
Adalid de mil batallas soy, entonces. 
Y me aferro, con gran ahínco, al duelo del amor, del ensueño, 
de las mentiras piadosas que me digo y que me creo vorazmente. 
EL miedo y el temor parecen dilatarse y desaparecer entre la niebla de la noche. 
Combato a las bestias, huyen ante la tinta, el papel, las aspiraciones de un guerrero enamorado. Se agitan las olas mientras pueden, el mar tiembla desde sus entrañas. Ruge, sabotea las barcas, los peces sobresalen de las profundas aguas para alabar a la noche y a la luna. Se consumen las horas y la batalla parece no cesar. 
El amanecer trae consigo muchas embarcaciones y el caballero de mil batallas parece quebrantarse y volverse un pájaro que resguarda en vela, esperando una noche más...

viernes, 29 de enero de 2016

DELIRIOS DE UN HOMBRE ENAMORADO



Una historia de amor de dos
que no se atreven a decirse nada...


Me sonreíste y te sonreí
Y desnudamos nuestro ser
Por un segundo…
Me entregué a ti
Y tú a  mí.
Por un milisegundo
/secreto/
Fuimos un tú y yo
Un encuentro casual
Tan esperado.

Buscas mi mirada
Tanto como yo la tuya,
Pero amamos vernos
Sin que el otro lo espere,
Esperándonos.

Esperamos la cita tan habitual
Para robarnos miradas
Eternamente fugaces,
Sin decirnos nada.

…Y es un vaivén
En la danza de lo secreto del olvido
En un mundo
En el que nos comunicamos
Sin estar seguro de ello.

Yo te quiero
Y tú me quieres.
Pero quién me asegura
Que no sea un delirio más
De mis desvelos.
Que al pronunciar tu nombre
Mi miedo me susurré al oído:
Pídeme un deseo…